A menudo es ventajoso examinar la glándula estando de pie detrás y a cada lado del paciente. Identifique el cartílago tiroides, la membrana tirocricoidea y el cartílago cricoides, una estructura horizontal de 5 mm de ancho que marca el borde superior del istmo. Palpe el istmo (con frecuencia impalpable a menos que esté agrandado) y, si está de pie al lado del paciente, deslice las puntas de los dedos de modo que sus superficies palmares descansen sobre la tráquea con la superficie dorsal medial al músculo esternocleidomastoideo.
Un error frecuente es mover los dedos demasiado lateralmente y atrapar el cuerpo del músculo entre los dedos y la tráquea. El lóbulo ipsilateral puede palparse simultáneamente con el pulgar o con la otra mano desde la dirección opuesta.
Cuando esté de pie detrás del paciente, identifique los puntos de referencia y el istmo con una mano, y cuando esté en posición de palpar el lóbulo tiroideo de ese lado, coloque los dedos de la otra mano simétricamente al otro lado de la tráquea. Identifique de nuevo cada lóbulo mientras el paciente traga.
Palpe la superficie de la glándula, observe cualquier asimetría, textura y estime el tamaño de cada lóbulo (normalmente de 7 a 10 g). En caso de bocio, mida las masas discretas y la circunferencia máxima del cuello. Un trazado a lápiz del contorno del bocio proporciona un registro fiable para futuras comparaciones.
También debe palparse el cuello en busca de linfadenopatías y masas (especialmente en la línea media en caso de anomalías del conducto tirogloso) y cicatrices quirúrgicas.
La transiluminación sólo es útil para confirmar la naturaleza de un quiste superficial de paredes finas. Ocasionalmente, los pacientes con enfermedad de Graves presentan un soplo y un thrill palpable sobre un bocio difusamente agrandado.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página