El tratamiento más eficaz de un absceso subfrénico es el drenaje. Éste puede realizarse bajo control ecográfico o mediante una operación abierta.
Si el absceso se diagnostica precozmente y no presenta aire ni líquido, puede tratarse con antibióticos de amplio espectro, como gentamicina, bencilpenicilina y metronidazol. Si el paciente permanece sintomático durante más de 5 días, debe abandonarse el tratamiento conservador y realizarse el drenaje del absceso.
Hay que tener en cuenta que los niveles de gentamicina deben medirse con regularidad y que las dosis de gentamicina deben reducirse en caso de insuficiencia renal.
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