La sigmoidoscopia es un procedimiento útil en las afecciones rectales. Precede a los enemas de bario en caso de sospecha de cáncer rectal.
El sigmoidoscopio puede ser rígido o flexible. El flexible permite un mejor acceso. El sigmoidoscopio rígido es un tubo hueco rígido de acero o plástico de unos 25-30 cm de longitud y 2 cm de diámetro. Consta de un tubo hueco exterior, un obturador que se retira una vez introducido el instrumento y una fuente de luz. Hay un conducto para la insuflación de aire para abrir la luz intestinal por delante del instrumento.
La sigmoidoscopia puede utilizarse como vehículo para la biopsia del recto, por ejemplo en caso de sospecha de colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn y amiloidosis, o para la extirpación de pólipos mediante snaring o diatermia.
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