El síndrome genitourinario de la menopausia (GSM; anteriormente conocido como atrofia vulvovaginal o vaginitis atrófica) implica síntomas de sequedad vaginal, ardor y picor, así como dispareunia, disuria, urgencia urinaria e infecciones urinarias recurrentes (1):
Se estima que casi el 60% de las mujeres menopáusicas experimentan GSM, pero la mayoría de ellas no lo consultan con su médico.
los estudios también muestran que sólo el 7% de los proveedores de atención sanitaria preguntan a las mujeres sobre esta afección
Desde el punto de vista clínico, el GSM significa que el tejido vaginal y vulvar se vuelve fino y seco, lo que a menudo provoca sensación de quemazón, picor, dolor y sequedad durante las relaciones sexuales.
El GSM es una afección crónica, progresiva, vulvovaginal, sexual y del tracto urinario inferior que se caracteriza por un amplio espectro de signos y síntomas (2)
la mayoría de estos síntomas pueden atribuirse a la falta de estrógenos que caracteriza a la menopausia
aunque esta afección afecta principalmente a las mujeres posmenopáusicas, también se observa en muchas mujeres premenopáusicas
La resistencia vaginal a las infecciones y lesiones se reduce en la mujer posmenopáusica por la falta de estrógenos, lo que provoca:
adelgazamiento del epitelio vulvar y vaginal
pérdida de glucógeno
disminución de la acidez
ausencia de lactobacilos protectores
Síntomas del GSM (2)
Diagnóstico diferencial en un posible GSM
los clínicos deben excluir siempre otras causas con síntomas similares y, en concreto, afecciones dermatológicas de la vulva como liquen escleroso o plano, eczema, dermatitis, vulvovaginitis crónica, vaginitis y vaginosis, vulvodinia, neoplasias malignas y dolor pélvico crónico (2)
Diagnóstico del GSM en atención primaria (3):
Basado en los antecedentes de síntomas típicos que pueden ir acompañados de signos en la exploración.
los médicos deben tener en cuenta las afecciones cutáneas preexistentes, los productos cutáneos vulvares, los traumatismos previos al parto y/o el prolapso que puedan contribuir a los síntomas y hacer más probables diagnósticos alternativos
exploración
los hallazgos en las primeras fases de la enfermedad pueden ser sutiles y difíciles de detectar
pueden incluir un aspecto pálido y adelgazado de la vulva y la vagina, con tejido friable
la vagina puede estar acortada o estrechada, con pérdida de rugosidad
puede haber una disminución de las secreciones o un flujo acuoso
hallazgos en fases avanzadas de la enfermedad
los labios pueden estar reducidos o fusionados, y el clítoris puede estar oculto o ser más prominente
es necesario volver a examinar a los pacientes con síntomas persistentes a pesar del tratamiento y a los pacientes cuyos síntomas cambian o se deterioran
Si el síntoma de presentación es la frecuencia urinaria
excluir la ITU y la diabetes
señalar que (3):
también puede ser útil hablar sobre la reducción del consumo de irritantes de la vejiga, tratar el estreñimiento concurrente y rellenar un diario vesical
la incontinencia de esfuerzo y de urgencia puede ser multifactorial, y aunque la administración de estrógenos vaginales puede ayudar a reducir su gravedad, las causas subyacentes como el prolapso, la debilidad de los músculos del suelo pélvico y la vejiga hiperactiva deben tratarse simultáneamente
Si el flujo está teñido de sangre, considérelo como una hemorragia posmenopáusica - trátelo en el contexto de la guía NICE (artículo vinculado).
Si el flujo vaginal se presenta en una mujer de 55 años o más, debe tratarse en el contexto de la guía NICE (punto vinculado).
Otras investigaciones a considerar dependerán de las características clínicas:
hisopos
si hay flujo vaginal, puede ser apropiado un cribado de infecciones > para excluir infecciones vaginales o endometritis
gammagrafías pélvicas
por ejemplo, cuando las pacientes refieren dolor pélvico asociado o síntomas de presión
en caso de duda sobre el diagnóstico, se debe solicitar asesoramiento adicional a dermatología vulvar, ginecología, urología o salud sexual, según la presentación primaria
Principios de tratamiento:
las cremas hidratantes, los lubricantes y los preparados de estrógenos locales son tratamientos baratos, seguros y eficaces
se ha demostrado que los estrógenos locales (vaginales) mejoran la sequedad vaginal, la disuria, la frecuencia, la incontinencia de urgencia y de esfuerzo, y reducen las ITU recurrentes en pacientes menopáusicas (3)
deben darse consejos generales sobre higiene vulvar y recomendar a las pacientes que eviten las toallitas húmedas, los jabones perfumados y las duchas vaginales (3)
el ospemifeno es el único tratamiento oral disponible que puede favorecer una mayor satisfacción y adherencia al tratamiento (3)
Notas:
considerar la detección de diabetes (la diabetes no controlada puede contribuir a los síntomas)
Referencia:
Peters KJ. ¿Qué es el síndrome genitourinario de la menopausia y por qué debería importarnos? Perm J. 2021 Mayo;25:20.248.
Angelou K, Grigoriadis T, Diakosavvas M, Zacharakis D, Athanasiou S. The Genitourinary Syndrome of Menopause: An Overview of the Recent Data. Cureus. 2020 Apr 8;12(4):e7586.
Burgin J et al. Síndrome genitourinario de la menopausia. BJGP 2025; 75 (761): 583-585.
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