Los ácidos grasos omega-3 se derivan del aceite de pescado, y las pruebas epidemiológicas sugieren cierta relación entre la ingesta de aceite de pescado y las enfermedades cardiacas y los trastornos depresivos en diferentes culturas. Algunos estudios han informado de que los países con altas tasas de consumo de aceite de pescado presentan bajas tasas de trastorno depresivo (1)
pequeños estudios como el de Nemets et al (2) han revelado los efectos beneficiosos de la suplementación con aceite de pescado en el tratamiento de pacientes deprimidos
un metaanálisis de 2019 respaldó la conclusión de que los PUFA omega-3 con EPA ≥ 60% a una dosis de ≤1 g/d tendrían efectos beneficiosos sobre la depresión. (3)
Referencia:
1. Hibbeln JR, Salem N Jr: Ácidos grasos poliinsaturados dietéticos y depresión: cuando el colesterol no satisface. Am J Clin Nutr 1995; 62:1-9
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