El drenaje del absceso antes de la disfunción neurológica conlleva un pronóstico excelente, pero es demasiado fácil pasar por alto la presentación inicial, lo que da lugar a un deterioro rápido y grave.
Un retraso en el diagnóstico (definido como múltiples visitas antes del diagnóstico y tratamiento definitivos) puede provocar un aumento de la debilidad residual o un déficit neurológico permanente. La parálisis irreversible sigue afectando a entre el 4 y el 22% de los pacientes, debido en gran parte al retraso en el diagnóstico y a un tratamiento subóptimo.
Es poco probable que los pacientes que ya están cateterizados o parapléjicos en el momento de la presentación recuperen todas sus funciones. La mortalidad de los abscesos medulares es del 20-30%, y alrededor del 5% de los pacientes mueren por sepsis u otras causas relacionadas.
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