La artrosis puede complicar una lesión de larga duración debido a una alteración grave de la mecánica del hombro. La cabeza del húmero se desplaza hacia arriba y hace tope con la apófisis del acromion cuando el paciente intenta abducir. La articulación acromioclavicular se erosiona progresivamente y sobreviene la artrosis. Con el tiempo, la articulación glenohumeral también puede verse afectada.
La nueva rotura es la complicación más frecuente asociada a la reparación del manguito de los rotadores. Se ha observado que la tasa de reroturas es del 15% a los 3 meses de la intervención, del 16% a los 6-12 meses de seguimiento y del 21% a los 12-24 meses de seguimiento. (1)
Referencia
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