Una vez disecados un colgajo superior y otro inferior de fascia transversalis a lo largo del canal inguinal, se aproximan y refuerzan mediante una técnica de doble sutura.
El borde libre del colgajo inferior se sutura a la superficie inferior del colgajo superior a una distancia de 0,2-0,4 cm del borde de este último. La reparación se inicia en el borde medial del canal del colgajo inferior, donde se inserta en el periostio del tubérculo púbico. La sutura es continua. Hay que asegurarse de que el muñón del saco extirpado y el peritoneo se reducen por detrás de la fascia transversalis a medida que se aproxima en dirección superolateral. Finalmente, la fascia transversalis llega a situarse alrededor del cordón del borde medial como parte del anillo profundo reconstituido; la reparación no debe quedar demasiado apretada en este punto.
La sutura no se asegura, sino que se invierte la dirección de la sutura hacia el hueso púbico. Durante esta segunda pasada, el borde libre restante del colgajo superior se sutura al borde profundo reflejado del ligamento inguinal, ya que forma el suelo del canal profundo al cordón. De nuevo, se utiliza una técnica continua. Esta segunda capa produce un efecto de doble refuerzo. Esto tiene el efecto de reforzar la principal zona de debilidad: la parte medial de la pared posterior.
La fascia tranversalis es relativamente débil, por lo que para reducir el riesgo de que los puntos desgarren la capa en un plano, en ambas pasadas se toman puntos a distancias alternas del borde de la herida. Con ello se pretende redistribuir la tensión en dos niveles dentro de cada borde de la fascia.
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